martes, 4 de marzo de 2014

13. Las imágenes mentales (imagenería)

Muchos pacientes no sólo experimentan pensamientos automáticos en forma de palabras no expresadas en su mente, sino que también lo hacen en forma de fotografías mentales o imágenes.  

Identificación de imágenes.
               
  • Para enseñar a los pacientes a reconocer las imágenes mentales e intervenir sobre las que son perturbadores, el terapeuta trata de descubrir una imagen mental espontánea que el paciente ha tenido o de inducir una en la sesión.
  • Cuando el terapeuta se limita a usar la palabra imagen, muchas veces los pacientes no llegan a captar el concepto. 
  • Por eso, es aconsejable utilizar sinónimos tales como fotografía mental, ensoñación, fantasía, imaginación y recuerdo.

Instruir a los pacientes acerca de las imágenes mentales.

  • Algunos pacientes pueden identificar imágenes, pero no las refieren a sus terapeutas porque son gráficas y perturbadoras. 
  • Son reticentes porque no desean volver a experimentar la tensión o el miedo delante del profesional, para que él no los vea alterados. 
  • Si el terapeuta sospecha esta situación, debe referirse directamente a la experiencia de las imágenes.
  • Instruir al paciente respecto de las imágenes suele contribuir a la reducción de la angustia y torna más probable la identificación de ellas. 
  • Muchas veces el terapeuta debe insistir en la enseñanza de la identificación de imágenes hasta que nota que el paciente lo ha logrado. La mayor parte de los pacientes simplemente no tienen conciencia de las imágenes al comienzo y muchos terapeutas, después de unos pocos intentos, abandonan la tarea. 
  • Si cuando el paciente describe una situación, el profesional logra formarse una imagen mental, puede usarla como clave para seguir buscando la que el paciente experimentó.
  • Si el paciente sigue experimentando dificultades para identificar imágenes espontáneas, el terapeuta puede inducir una imagen relacionada con una situación menos amenazante: “¿Te imaginaste, antes de venir aquí cómo sería yo? ¿Cómo sería este consultorio? Otro recurso posible es hacer que el paciente evoque una imagen reciente: “¿Cómo llegaste hoy hasta aquí? ¿Te ves subiendo al autobús? Etc.

Seguir las imágenes hasta su conclusión.

  • Esta es una de las técnicas más útiles y, por lo tanto, se la debe enseñar en primer término.
  •  Puede ayudar al terapeuta y al paciente a conceptualizar mejor el problema, llevar la reestructuración cognitiva de la imagen y brindar alivio para la situación.
  • Cuando se sigue una imagen hasta completarla, se pueden obtener dos clases de resultados. En un caso, el problema se resuelve en algún punto y el paciente experimenta alivio
  • En segundo caso, el problema empeora hasta convertirse en una catástrofe. Llegada esta instancia, el terapeuta busca averiguar el significado especial de esta tragedia, descubriendo así un nuevo problema. 
  • El profesional puede entonces inducir una imagen de apoyo.

Dar un salto hacia adelante en el tiempo.

  • En algunas ocasiones, cuando se sigue una imagen hasta su conclusión, no se logran los resultados esperados porque el paciente continúa imaginando más y más obstáculos o hechos perturbadores, sin que se pueda vislumbrar un final.

Tolerar la imagen.

  • Otra técnica consiste en guiar al paciente para que imagine que está tolerando mejor la situación difícil que ha visualizado espontáneamente.

Cambiar la imagen.

  • Otra técnica útil consiste en ayudar al paciente a identificar una imagen y luego volver a evocarla, cambiando el final. Al hacerlo habitualmente alivia su distrés. El primer ejemplo se refiere a un cambio realista; el segundo, a un cambio más “mágico”.

Comprobar la realidad.

  • En este caso el terapeuta enseña al paciente a tratar la imagen como si fuese un pensamiento automático verbal, usando el cuestionamiento socrático estándar.
  • En general, cuando se están tratando imágenes, es preferible utilizar las técnicas específicas más que las técnicas verbales sugeridas en este apartado, ya que las imágenes tienden a responder mejor a ese tipo de intervenciones. 
  • Sin embargo, cuando un paciente posee muchas imágenes vividas y perturbadoras, se puede beneficiar usando una combinación de técnicas y, entre ellas, las verbales para el control de la realidad de sus cogniciones.

Repetir la imagen.


  • La técnica de la repetición se suele utilizar cuando un paciente imagina claramente un desenlace exagerado, pero no catastrófico para sus imágenes. El terapeuta le sugiere entonces que se represente una y otra vez la imagen en cuestión, y preste atención a los cambios en la representación del cuadro y al nivel de malestar que experimenta. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario