En muchos casos el terapeuta
decide implementar otras intervenciones luego de esta interacción verbal, para
conseguir que el paciente adopte un punto de vista más funcional. Esta
actividad muchas veces consiste en escribir una respuesta escrita al
pensamiento y leerla como tarea.
Escribir los aprendizajes importantes que se han logrado en la sesión no
sólo refuerza su comprensión de ellos en el momento, sino que además permite
que el paciente consulte las anotaciones importantes de su terapia durante
semanas, meses e incluso años después de haberla finalizado.
Registro de pensamientos disfuncionales.
El registro de pensamientos disfuncionales
(RPD), es un formulario que ayuda al paciente a combatir más eficazmente sus
pensamientos disfuncionales, y por lo tanto, a disminuir su disforia. La
mayoría de los pacientes tienen una actitud intermedia y utilizan con
regularidad el RPD si reciben del terapeuta la indicación y el aliento
adecuados. Si el profesional considera que el paciente puede sentirse abrumado
por el formato del RPD.
Es más probable que el paciente
use el RPD si se les presenta adecuadamente, se efectúa una demostración y se
practica su uso. Aquí se proponen algunas pautas:
1. El terapeuta debe dominar el
uso del RPD antes de presentarlo a un paciente.
2. El terapeuta debe hacer un
plan para presentar el RPD en dos etapas, que tendrán lugar en dos i más
sesiones. En la etapa 1 se ocupará de las primeras cuatro columnas y, en la
etapa 2, de las últimas dos.
3. El terapeuta debe asegurarse
de que el paciente capte el modelo cognitivo y crea en él antes de presentar el
RPD.
4. El paciente debe demostrar
capacidad para identificar sus pensamientos automáticos y emociones antes de
que se le presente el RPD. Debe ser capaz de exponer la situación y describir
sus emociones y sus respuestas fisiológicas sin confundirlas con pensamientos
automáticos.
5. El paciente debe demostrar buenos
resultados al completar las primeras cuatro columnas antes de que se le
presenten las últimas dos.
6. El terapeuta debe haber
evaluado verbalmente, junto con el paciente, por lo menos un pensamiento
automático importante y haber logrado alguna disminución en la disforia antes
de mostrarle cómo completar las últimas dos columnas.
7. Si el paciente no logra
completar sus tareas para el hogar haciendo uso del RPD, el terapeuta debe
averiguar acerca de los pensamientos automáticos que promueve el uso de este
formulario. Ayudar al paciente mediante técnicas de resolución de problemas,
proponer hacer un RPD como experimento, contemplar la posibilidad de mostrarle
el propio uso que él hace del formulario y motivarlo de otras maneras.
Una vez identificada una
situación problemática, el terapeuta en primer lugar ayuda al paciente, sólo
mediante preguntas orales, a identificar los pensamientos automáticos
específicos y las emociones asociadas a ellos.
Motivar a los pacientes para que utilicen el registro de pensamientos
disfuncionales.
- Algunos pacientes adoptan inmediatamente el Registro de Pensamientos Disfuncionales y comienzan a usarlo en forma sistemática cada vez que se sienten mal.
- El terapeuta alienta al paciente para que use el RPD como experimento. Si a la siguiente semana regresa con un formulario completado, es posible que no necesite más motivación.
- Si no completó el RPD, no lo hizo correctamente o no experimentó una mejoría en su estado de ánimo, el terapeuta determinará por qué aparecieron esas dificultades y actuará en consecuencia.
Cuando el registro de pensamientos disfuncionales no resulta
suficientemente útil.
- En la terapia cognitiva no debemos exagerar la importancia de esta técnica ni de ninguna otra. La mayoría de los pacientes encuentran que, en algún momento, el completar el RPD no les proporciona suficiente alivio.
- El terapeuta puede ayudar al paciente a evitar la producción de pensamientos automáticos críticos respecto de sí mismo, de la terapia, del terapeuta o el RPD, poniendo énfasis en la utilidad general de esta técnica y sus “limitaciones”.
Formas adicionales de reaccionar frente a los pensamientos automáticos.
A continuación se describen técnicas alternativas que no
requieren de la escritura:
1. Completar mentalmente un RPD.
2. Leer un RPD escrito previamente o notas de terapia que
contengan un pensamiento automático idéntico o similar.
3. Dictar a otra persona una versión modificada del RPD o
pedirle que lea las respuestas que se han consignado en ocasiones anteriores.
4. Leer una tarjeta de apoyo.
5. Escuchar una grabación de una sesión o de parte de ella.
*En síntesis, el terapeuta enseña al paciente diversas
maneras de reaccionar frente sus pensamientos distorsionados.
Una instrucción
detallada respecto del RPD puede incrementar las posibilidades de que los
pacientes utilicen por sí mismos esta herramienta, aunque existen también otros
modos de reaccionar ante los pensamientos automáticos en caso de que no quieran
o no puedan usar un RPD.
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