Los pacientes pueden tener miles
de pensamientos por día, algunos disfuncionales y otros no.
Para que la terapia sea efectiva,
el terapeuta elige solamente uno o algunos pensamientos para evaluar en una sesión
determinada.
Cómo decidir concentrarse en un determinado
pensamiento automático.
El terapeuta puede develar
algunos o muchos pensamientos automáticos en una determinada sesión. Él dispone
de la siguiente guía para ayudar al paciente a evaluar los pensamientos
automáticos:
- Ocuparse del pensamiento automático
- . Indagar acerca de la situación asociada en el pensamiento automático.
- . .Explorar si es típico ese pensamiento automático.
- . Identificar otros pensamientos e imágenes automáticos.
- .Apelar a la resolución de problemas respecto de la situación asociada con el pensamiento automático.
- . Explorar la creencia que subyace en el pensamiento automático
- .Pasar a otro tema
Ocuparse de un pensamiento automático.
Una vez que se ha decidido
prestar atención a un pensamiento automático, el terapeuta trata de confirmar
si es necesario investigarlo preguntando:
1. ¿Cuánto
crees ahora en ese pensamiento (0-100%)?
2. ¿Cómo
te hizo sentir ese pensamiento (emocionalmente?
3. ¿Qué
intensidad (0-100%) tiene [esa emoción]?
·
Si el grado de creencia en el pensamiento y el
grado de perturbación son bajos, es probable que el terapeuta decida pasar a
otro tema.
·
Si el paciente cree fuertemente en ese
pensamiento y se encuentra significativamente perturbado por él, el terapeuta
tratará de desentrañar el cuadro haciendo preguntas acordes al modelo
cognitivo:
1. ¿Cuándo
tuviste ese pensamiento? ¿En qué situación específica?
2. ¿Qué
otros pensamientos e imágenes automáticos perturbadores tuviste en esa
situación?
3. Especialmente
en el caso de pacientes ansiosos ¿notaste que algo sucedía en tu cuerpo?
4. ¿Qué
hiciste luego?
Interrogatorio para evaluar un pensamiento
automático.
Una vez que se ha localizado un
pensamiento automático, se han evaluado su importancia y distrés que ocasiona y
se han identificado las reacciones que lo acompañan, el terapeuta puede decidir
ayudar al paciente a evaluarlo.
El terapeuta no descalifica
directamente el pensamiento automático por dos razones: en primer lugar, no
sabe de antemano si un pensamiento está distorsionado. En segundo término, una
descalificación automática viola un principio fundamental de la terapia
cognitiva: el empirismo colaborativo.
Interrogatorio acerca de pensamientos automáticos.
1.
¿Cuál es la evidencia?
¿Cuál es la
evidencia a favor del pensamiento?
¿Cuál es la
evidencia en contra?
2.
¿Hay alguna explicación alternativa?
3.
¿Cuál es la peor cosa que podría ocurrir?
¿Podría sobrellevarlo?
¿Qué es lo mejor
que podría ocurrir?
¿Cuál es la
posibilidad más realista?
4.
¿Cuál es el efecto de creer en ese pensamiento
automático?
¿Cuál sería la
consecuencia en caso de cambiarlo?
5.
¿Qué debo hacer al respecto?
6.
¿Qué le diría a _____ (un amigo) si
estuviese en esta misma situación?
*El terapeuta y el paciente no
aplican todas las preguntas indicadas a todos los pensamientos automáticos que
evalúan. A veces ninguna de esas preguntas resulta útil y el terapeuta elige
otra estrategia.
Utilizar cuestionarios alternativos.
Se aconseja a los terapeutas
cognitivos principiantes que utilicen las preguntas anteriores como guía para
la evaluación de pensamientos automáticos.
Sin embargo a veces es necesario
modificar estas preguntas estándar para determinados pensamientos específicos.
Identificar las distorsiones cognitivas.
Los pacientes tienden a persistir
recurrentemente en los errores de sus pensamientos.
En el procesamiento cognitivo de
los pacientes que sufren un trastorno psiquiátrico, existe una tendencia
negativa sistemática (Beck, 1976)
Cuando el paciente expresa un
pensamiento automático, el terapeuta
consigna el tipo de error que parece estar cometiendo.
A algunos pacientes les agrada el
desafío intelectual de catalogar ellos mismos sus distorsiones.
Cuando logre determinar el tipo
de distorsión en que está incurriendo, podrá evaluar más objetivamente la
validez de sus pensamientos.
Preguntas para evaluar la utilidad de los
pensamientos automáticos.
Algunos pensamientos automáticos
pueden ser totalmente válidos.
Aún después de la evaluación, el
paciente sigue considerándolos válidos, aunque no lo sean. En esos casos, el
terapeuta puede ayudar al paciente a determinar el efecto de esos pensamientos
o preguntarle directamente las ventajas y desventajas de seguir pensando eso.
Determinar la eficacia de la evaluación de
pensamientos automáticos.
Una vez que el terapeuta ha
utilizado preguntas estándar o no estándar para evaluar un pensamiento
automático procede a determinar la efectividad de la evaluación para decidir
qué hacer en la siguiente sesión.
Valorar la eficacia de la evaluación de un
pensamiento automático.
Si el paciente sigue creyendo
significativamente en su pensamiento automático y no se siente mejor desde el
punto de vista emocional, el terapeuta trata de comprender por qué su primer
intento de reestructuración cognitiva no ha sido suficientemente eficaz.
Las razones más frecuentes que
tener en cuenta son las siguientes:
1.
Existen otros pensamientos automáticos
centrales y/o algunas imágenes que no han sido identificados o evaluados.
2.
La evaluación del pensamiento automático no
es plausible, es superficial o inadecuada.
3.
El paciente no ha expresado suficientemente
las evidencias, que en su opinión, sustentan el pensamiento automático.
4.
El pensamiento automático mismo es además
una creencia central.
5.
El paciente comprende “intelectualmente” que
ese pensamiento está distorsionado pero no lo cree en un nivel más emocional.
6.
El paciente descalifica la evaluación.
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