martes, 4 de marzo de 2014

8. Evaluación de los pensamientos automáticos.

Los pacientes pueden tener miles de pensamientos por día, algunos disfuncionales y otros no.
Para que la terapia sea efectiva, el terapeuta elige solamente uno o algunos pensamientos para evaluar en una sesión determinada.

Cómo decidir concentrarse en un determinado pensamiento automático.

El terapeuta puede develar algunos o muchos pensamientos automáticos en una determinada sesión. Él dispone de la siguiente guía para ayudar al paciente a evaluar los pensamientos automáticos:
  1.        Ocuparse del pensamiento automático
  2.      .  Indagar acerca de la situación asociada en el pensamiento automático.
  3.    . .Explorar si es típico ese pensamiento automático.
  4.   .  Identificar otros pensamientos e imágenes automáticos.
  5.    .Apelar a la resolución de problemas respecto de la situación asociada con el pensamiento automático.
  6.    . Explorar la creencia que subyace en el pensamiento automático
  7.   .Pasar a otro tema



Ocuparse de un pensamiento automático.
Una vez que se ha decidido prestar atención a un pensamiento automático, el terapeuta trata de confirmar si es necesario investigarlo preguntando:
1.       ¿Cuánto crees ahora en ese pensamiento (0-100%)?
2.       ¿Cómo te hizo sentir ese pensamiento (emocionalmente?
3.       ¿Qué intensidad (0-100%) tiene [esa emoción]?


·         Si el grado de creencia en el pensamiento y el grado de perturbación son bajos, es probable que el terapeuta decida pasar a otro tema.
·         Si el paciente cree fuertemente en ese pensamiento y se encuentra significativamente perturbado por él, el terapeuta tratará de desentrañar el cuadro haciendo preguntas acordes al modelo cognitivo:

1.       ¿Cuándo tuviste ese pensamiento? ¿En qué situación específica?
2.       ¿Qué otros pensamientos e imágenes automáticos perturbadores tuviste en esa situación?
3.       Especialmente en el caso de pacientes ansiosos ¿notaste que algo sucedía en tu cuerpo?
4.       ¿Qué hiciste luego?

Interrogatorio para evaluar un pensamiento automático.

Una vez que se ha localizado un pensamiento automático, se han evaluado su importancia y distrés que ocasiona y se han identificado las reacciones que lo acompañan, el terapeuta puede decidir ayudar al paciente a evaluarlo.
El terapeuta no descalifica directamente el pensamiento automático por dos razones: en primer lugar, no sabe de antemano si un pensamiento está distorsionado. En segundo término, una descalificación automática viola un principio fundamental de la terapia cognitiva: el empirismo colaborativo.

Interrogatorio acerca de pensamientos automáticos.
1.       ¿Cuál es la evidencia?
¿Cuál es la evidencia a favor del pensamiento?
¿Cuál es la evidencia en contra?

2.       ¿Hay alguna explicación alternativa?
3.       ¿Cuál es la peor cosa que podría ocurrir? ¿Podría sobrellevarlo?
¿Qué es lo mejor que podría ocurrir?
¿Cuál es la posibilidad más realista?

4.       ¿Cuál es el efecto de creer en ese pensamiento automático?
¿Cuál sería la consecuencia en caso de cambiarlo?
5.       ¿Qué debo hacer al respecto?
6.       ¿Qué le diría a _____ (un amigo) si estuviese en esta misma situación?

*El terapeuta y el paciente no aplican todas las preguntas indicadas a todos los pensamientos automáticos que evalúan. A veces ninguna de esas preguntas resulta útil y el terapeuta elige otra estrategia.

Utilizar cuestionarios alternativos.
Se aconseja a los terapeutas cognitivos principiantes que utilicen las preguntas anteriores como guía para la evaluación de pensamientos automáticos.
Sin embargo a veces es necesario modificar estas preguntas estándar para determinados pensamientos específicos.


Identificar las distorsiones cognitivas.
Los pacientes tienden a persistir recurrentemente en los errores de sus pensamientos.
En el procesamiento cognitivo de los pacientes que sufren un trastorno psiquiátrico, existe una tendencia negativa sistemática (Beck, 1976)
Cuando el paciente expresa un pensamiento automático,  el terapeuta consigna el tipo de error que parece estar cometiendo.
A algunos pacientes les agrada el desafío intelectual de catalogar ellos mismos sus distorsiones.
Cuando logre determinar el tipo de distorsión en que está incurriendo, podrá evaluar más objetivamente la validez de sus pensamientos.

Preguntas para evaluar la utilidad de los pensamientos automáticos.
Algunos pensamientos automáticos pueden ser totalmente válidos.
Aún después de la evaluación, el paciente sigue considerándolos válidos, aunque no lo sean. En esos casos, el terapeuta puede ayudar al paciente a determinar el efecto de esos pensamientos o preguntarle directamente las ventajas y desventajas de seguir pensando eso.

Determinar la eficacia de la evaluación de pensamientos automáticos.
Una vez que el terapeuta ha utilizado preguntas estándar o no estándar para evaluar un pensamiento automático procede a determinar la efectividad de la evaluación para decidir qué hacer en la siguiente sesión.

Valorar la eficacia de la evaluación de un pensamiento automático.
Si el paciente sigue creyendo significativamente en su pensamiento automático y no se siente mejor desde el punto de vista emocional, el terapeuta trata de comprender por qué su primer intento de reestructuración cognitiva no ha sido suficientemente eficaz.
Las razones más frecuentes que tener en cuenta son las siguientes:
1.       Existen otros pensamientos automáticos centrales y/o algunas imágenes que no han sido identificados o evaluados.
2.       La evaluación del pensamiento automático no es plausible, es superficial o inadecuada.
3.       El paciente no ha expresado suficientemente las evidencias, que en su opinión, sustentan el pensamiento automático.
4.       El pensamiento automático mismo es además una creencia central.
5.       El paciente comprende “intelectualmente” que ese pensamiento está distorsionado pero no lo cree en un nivel más emocional.

6.       El paciente descalifica la evaluación.

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